lunes, 30 de junio de 2008

Sobre La Lectura.

Bajo la mirada de Cervantes y shakespeare, el hombre mortal se deleita en las suaves letras azucaradas y frescas. El hombre, aquel ser inteligente y gracioso; aquel ser cargado de esperanzas e ilusiones que gracias al lenguaje puede expresar; tristezas y alegrías cuya definición es mostrada a través del mismo. La literatura es eso: una fiel muestra de los sentimientos humanos más recónditos del alma, expresados en un papel muerto de letras muertas, pero de sentimientos vivos y vigorosos. El alma necesita expresase, y qué mejor manera de hacerlo: en la escritura. Pero este ensayo no está escrito para alabar la escritura, está escrito para reconocer la literatura como dote humano liberador.

¡Libertad! Gritan los hombres en su interior cuando con polvorientas manos tocan un suave y duro libro de letras sinceras y silenciosas, cuya suavidad excita su corazón desolado y lo llena de alegría y ganas de entrar en un mundo el cual ahora pertenece; país incognoscible e inimaginable; dimensión preciosa de saberes, sobriedades y satíricas ironías, dejando al hombre en posición de dominarlas y domarlas en la misma actitud de leer.

Leer, palabra compuesta de 4 letras, proveniente del latín legere, y cuyo significado expresa deleite y emoción infantil y a la vez adulta, porque LEER expresa eso: emoción, aventura, riesgo, deleite, tristeza, alegría, amor, ternura y sabiduría; sabiduría adulta e infantil. La sabiduría que se adquiere si se ama lo que los cautos ojos palpan en las isométricas letras de marfil fino y prístino; letras de tardes azules y serenas; sin embargo, letras muertas e inexistentes en este mundo sensible (Platón), pero que en su interior albergan grandes significados surgidos del sentimiento más profundo del alma.

Leer se convierte en hábito de placer epicureista y utilitario, es por esto que no a todos trasnocha y apasiona. Leer parece elitista ¡y lo es! parece aristocrático ¡ y lo es!; pero ese aristocratismo no es vitalicio, ese aristocratismo es una elección de atrevimiento de los mas valientes héroes del universo (como si fuera una película de Star Wars, o un libro de ciencia ficción que a tantos trasnocha). Quien lee es un héroe, porque se atreve a gozar en la dimensión solitaria de acompañamiento perenne.
Voy a citar a Estanislao Zuleta cuando cita a Nietzsche:

“Nietzsche dice que primero el espíritu se convierte en camello, es el espíritu que admira, que tiene grandes ideales, grandes maestros'.por ejemplo, en el caso de Nietzsche, Schopenhauer, y una inmensa capacidad de trabajo y dedicación; el camello es el espíritu sufrido, el espíritu que busca una comunidad con cualquier cosa. —Es un aspecto que se refiere al pensamiento, todo el Zaratustra es una teoría del pensamiento—. Si no se logra leer así, no se entiende nada; pero el espíritu no es sólo eso, admiración, dedicación, fervor, y trabajo; el espíritu es también crítica, oposición y entonces dice que el espíritu se convierte en león; Como león se hace solitario casi siempre y en el desierto se enfrenta con el dragón lleno de múltiples escamas y todas esas escamas rezan una misma frase: tú debes. Entonces el espíritu se opone al deber, es el espíritu rebelde, el que toma el tú debes como una imposición interna contra la cual se rebela, que mata todas las formas de imposición y de jerarquía, pero que toda vía se mantiene en la negación. Y dice Nietzsche que el león se convierte finalmente en niño y explica así: el niño es inocencia y olvido, un nuevo comienzo, y una rueda que gira, una santa afirmación”

. Ese debe ser el proceso de todo buen lector: primero convertirse en un camello, sorprenderse, darse la posibilidad de admirarse y de enamorarse de la lectura; darse la oportunidad de conocer: “el conocimiento nace de la admiración”, eso decía el genial Aristocles o Platón en sus diálogos interminables de dialéctica y razón. Luego se convierte en un león, con la ferocidad de enfrentarse a la ignorancia, ubicado como un poderoso dragón de espinas traspasantes y filosas que rezan “tú debes leer”, cuya traducción cercana es “no leas”. ¿Por qué ese deber es una prohibición? Porque es una patada a la convicción y por consiguiente a la falta de ahínco y de emoción: sin embargo, ese espíritu transformado en león valiente y melenudo, hace alarde de esa valentía en el campo de batalla entre deber y querer, para imponer el “querer hacer”, esa frase que trae consigo el vencimiento de la ignorancia en toda su magnitud. Luego el espiritu sufre la ultima y dulce transformación: se convierte en infante, en un nino que todo lo olvida, nada remembra, nada recuerda; solo un “restart”, un reinicio, una reconciliación con la lectura después de tan duro vencimento de su actitud de “deber”.

Leer requiere, asimismo, la capacidad de ‘rumiar’, tal como el filósofo colombiano explica, es la actitud de leer y releer, de saborear cada letra de un texto; es la capacidad de ‘masticar’ cada letra, cada palabra, de la misma forma en que las vacas rumian su comida; de la misma manera de comer, escupir y recomer. Esta es una actitud que ayuda a comprender mejor los textos; esta es la manera de leer y enamorarse de la lectura; esto es leer.

Leer es vivir. Leer es: aprender a ser y vivir. Disipa las tinieblas mas profundas de la ignorancia.



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ALEGRÍA

Beethoven compuso una sinfonia dedicada
a la alegria


¡Oh! signo tan hermoso del alma, plenitud del amor. Perfecto regalo de Dios que en su regocijo se le ocurrió crear y crear. Pero niño no confundas lo términos; pero niño no confundas las palabras, que alegría no es felicidad, ya que una pertenece a la otra.

Todos en nuestro momento hemos sentido su mano cariñosa y melosa. Todos hemos estado en su regazo mientras ella nos cuenta sus cuentos sonoros y enternecedores. Tan definida y conocida hasta el punto de ser alabada al máximo por tantos hombres. Aquel Freuden que Ludwig Van BEETHOVEN inmortalizó en su sinfonía numero 9 con las palabras de Friedrich Schiller en su inmortal inspiración que hoy resuena en los capiteles de la Unión Europea y en los corazones del sabio y del ignorante y del músico y el no músico. Esa excelsa y magna palabra de 7 letras coherentes entre si. La alegría es la emoción mas saludable para el hombre, cuya magnificencia puede inspirar y humanizar. Eso que hemos sentido es obra del amor. Ese Freuden encantador y perfecto. Esa obra de Dios que quiso compartir con los hombres para que le acompañasen en su paso por este mundo de tristezas y felicidades efímeras.

Y que’ mas se puede decir, y que mas se puede hablar de ella, y que mas se puede pensar de ella; si el solo hecho de sentirla en nuestro atávico corazón , si el solo hecho de decir sus siete letras sonoras en conjunto, es suficiente para tener en sus manos la mas inteligente y mas encantadora frase refinada para definirla; ( risas) pero es imposible, si niño, es imposible; porque desde el momento en que se intenta articular palabra, ya el sentido se ha olvidado por completo.

Pero deja nino de hacer tantas preguntas que yo no puedo contestar. Ya se’ que te han dicho que soy sabio, pero no lo soy. Son habladurías de la gente que no entiende mi silencio y lo traduce en pequeñas frases mortales. Yo se que quieres saber de la alegria, pero no la puedo definir. He buscado en diccionarios, los mas que he podido; pero nada puede definir lo que siento. Solo te digo, antes de irme, que cuando sientas esa emoción me busques y si no me encuentras es porque ya hago parte de la verdadera alegría. Adiós.


martes, 17 de junio de 2008

EL CABALLERO DE LA ARMADURA OXIDADA.

Con esta armadura conseguí fama y renombre. Con ella el rey y el papa me nombraban en sus círculos. Ahora, ahora no soy más que basura, todo por mi armadura oxidada, ahora me abandonaron en este piso ardiente de calor y de muerte. Recuerdo la gloria que me soláis dar, las batallas que juntos ganamos; pero ahora, ahora yacéis en el suelo con migo, quien te llevo’ por cincuenta años de poder. Cincuenta años que se fueron a la basura por culpa de la podredumbre que os cubre.

Fui poderoso y rico. Europa me alababa y Asia me temía. Los fieles cristianos me amaban y los infieles escondianse de mi. En la cruzada estuve, y fui el héroe. Ahora, yazgo en el suelo con mi armadura corroída y podrida, respirando aire caliente y sufriendo de sed. En cualquier momento moriré, y ella lo sabe. Es por eso que sigue a mi lado, esperando mi final.

¿Qué es eso, armadura? ¿Quien se aproxima? ¿Quien osa molestar mi abandono? Es un ruiseñor con una rama de olivo, símbolo de alianza. Pero se que no estoy lejos de la muerte, esa rama me revela que pronto iré a sellar la alianza, que ya se ha cerrado mi vida, que pronto moriré’. No se me ocurre otra cosa que reír de desconsuelo. Mi armadura ríe conmigo en su silencio, ella solo rie a carcajadas, como la risa de las aguas diáfanas de América. Se burla de mí y de mi temor. Siento que me habla y dice- me diste gloria y yo a ti, ahora compartimos la misma suerte y ni tu fuerza ni tu brío nos ayudaran esta vez. Tenía razón. Fui insolente y orgulloso por mi armadura brillante y por mis abolengos. Libre batallas y mi orgullo crecía. Ahora ese brío es mas que inútil

¡Ay! Que hermosa es la muerte, mirad armadura su dulce sonrisa….jajajaja. Ahora no entiendo lo que digo, no entiendo nada, no pienso nada, mis recuerdos me abandonaron, mi mente es ida…muero…

miércoles, 11 de junio de 2008

HE AQUI EL MUSICO


Un hombre cuyo apellido traduce música, perfección y simetría. Ese es el buen Johann Sebastián Bach, el hombre detrás de notas que dibujan miles de años de evolución humana. Un hombre normal, aunque cargado de excentricidades (cosa que lo hace mas normal), es hoy el objeto de admiración de miles de hombres intelectuales e incultos, ricos y pobres, clérigos y seculares.

Nacido en el casi final del periodo barroco en la gran Turingia, donde el apellido Bach era sinónimo de música y arte. Sus estudios, tan ligados a la religiosidad luterana, le permitieron culturizarse en diversos temas e idiomas (manejaba el latín con fluidez), así como convertirse en conocedor de su luteranismo.


Infortunadamente para el, sus padres murieron y el se fue a vivir con su hermano Johann Cristoph, cuya música era reconocida y admirada entre las gentes. Su hermano mayor era un músico celoso Y severo , que le prohibió copiar sus obras al pequeño Johann Sebastián, y cuyos castigos eran grandes e injustos . Sin embargo Cristoph se convertiría, luego, en una gran influencia para la música del gran Bach.

Recuerdo que Ralph Waldo Emerson dijo una vez que ser grande es ser incomprendido, predicción cumplida cabalmente en Bach, cuya música era tomada de anticuada y de demasiado ornamentada, ya que iban surgiendo nuevos tipos de música algo mas monofónicas y simples. Sin embargo, el gran Johann no cedio’ ante tal falta de arte y se digno continuar con su esfuerzo de dignificar la música por siempre. Aquellas criticas fueron olvidadas, y el gran Bach continua hoy siendo amado y escuchado por millones.

Un genio tan grande fue, que llevo al extremo la capacidad de los instrumentos en obras ornamentadas y bellamente simples a la vez. Un ejemplo es el gran número de tocatas, fugas, preludios, cantatas, sonatas, etcétera, que fueron dedicadas al órgano- llamado el rey de los instrumentos- cuyas estructuras son complicadas para el inexperto, pero una gran escuela para el mismo. El magno Beethoven cierta vez dijo: “no debería llamarse Bach (arroyo en alemán) sino océano”, expresión absoluta de si.


Un hombre que en todos despierta el espíritu creativo y pleno. “Ecce Cantoris

martes, 3 de junio de 2008

A Silos, hogar de Ora et Labora.

Bello hogar de erudita disputatio
Posada de saberes atávicos
Hogar de profunda y bella oratio
Morada de grandes sabios


con hombres santos y pulcros
Que se atreven a cantar
ELSanctus, Sanctus, Sanctus
con voces excitadas y cálidas.

En vuestras paredes se guardan historias
En vuestro Ciprés los cantos se alvergan
Y el pasado se encierra en bellos libros
Que ni los sabios atrevense a abrir

Aquella historia de siglos
es contada por el Ciprés
Cuyas hojas benditas
Son leídas por los monacus

digno Domingo, que en cielo desonzáis
Bello y santo Domingo que con Dios estas
Al lado del amado que con Sus manos
A tus monjes contempla y bendice
Y endulza sus gargantas con bellos cantares.